¿HACIA UN FUTURO ENERGÉTICO RENOVABLE?: DESAFÍOS Y PROMESAS DE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA

¿HACIA UN FUTURO ENERGÉTICO RENOVABLE?: DESAFÍOS Y PROMESAS DE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA

  • ¿Cómo podemos asegurar un futuro energético viable en un mundo en franco crecimiento y expansión? Ciertamente, transición hacia energías renovables se perfila como una solución clave para combatir el cambio climático antropogénico y con ello, potenciar la independencia energética. Así, tanto la energía solar como la eólica evidencian tasas de crecimiento de 50%. En este contexto, el presente artículo explorará los desafíos y promesas que esta transición implica para lo cual presentaremos algunos ejemplos de América Latina en su camino hacia un futuro energético diversificado.

Por: Sandor Lukacs de Pereny, Ph.D.[1]

La carrera hacia las energías renovables está en marcha y a pasos agigantados. Esta ruta emerge como una necesidad de combatir el cambio climático antropogénico y para asegurar la independencia energética. Y es que la transición hacia fuentes más limpias y sostenibles se presenta como una de las prioridades globales no negociables para organismos internacionales y países.

La (nueva) era de las energías renovables

Esta transición no está exenta de desafíos. Integrar altos niveles de energía renovable en las redes existentes requiere superar obstáculos técnicos significativos. Además, demanda realizar inversiones importantes en infraestructura y sistemas de almacenamiento de energía (con sus respectivas limitaciones). Asimismo, la disponibilidad de recursos críticos, como tierras raras y otros minerales necesarios para el desarrollo de estas tecnologías eleva fuertemente los costos asociados.

Promesas en el horizonte

A pesar de estos obstáculos, las oportunidades para innovar y avanzar en la transición energética surgen como promesas de largo aliento. Por un lado, la energía solar, con su amplia disponibilidad y bajos costos operativos, ofrece un recurso abundante. No obstante, su generación intermitente requiere soluciones creativas para su aprovechamiento constante. Por otro lado, la energía eólica, altamente eficiente en áreas de vientos constantes, también enfrenta el desafío de la variabilidad y la oposición local por sus impactos visuales y acústicos.

También es relevante mencionar al hidrógeno verde. Este surge como una alternativa prometedora para descarbonizar sectores donde otras energías renovables podrían no ser tan efectivas. Empero, actualmente enfrenta desafíos en términos de costos de producción y logística. Sin embargo, tiene un potencial indudable. Otra alternativa son los biocombustibles y la biomasa. Ambos presentan opciones valiosas para reemplazar los combustibles líquidos tradicionales, siempre que su producción no compita con la de alimento ni el consumo del agua.

Ejemplos destacados de transición energética en América Latina

La transición hacia energías renovables no es exclusiva de las naciones más desarrolladas. En América Latina, países como Costa Rica y Uruguay demuestran un compromiso notable con la sostenibilidad energética. A continuación, un recuento.

  • Costa Rica

Este país se ha convertido en un ícono global de energía renovable alcanzando un impresionante 99% de producción de energía limpia en 2019, según el Centro Nacional de Control de Energía (CENCE). Tal logro marca el quinto año consecutivo que el país genera casi toda su electricidad a partir de fuentes limpias como agua, viento, geotermia, biomasa y sol.

  • Uruguay

Uruguay ha realizado una transición ejemplar desde el uso predominante de combustibles fósiles en 2007 a un sistema energético sustentado en biomasa, energía solar y cerca de 50 parques eólicos. Este cambio ha llevado a que el 98% de su consumo energético provenga de fuentes renovables. Esta inversión en renovables alcanzó los 7,000 millones de dólares en 2015, representando un 15% del PIB anual de Uruguay y superando con ello, la media mundial. Cabe destacar que además de haber satisfecho la demanda interna, Uruguay exporta sus excedentes energéticos a países vecinos como Brasil y Argentina.

En similar tenor, la nación charrúa apunta a liderar en la exportación de hidrógeno verde. La promesa de esta fuente aspira a generar hasta 34,000 empleos y US$ 2,100 millones en ingresos para 2040. Adicionalmente, ya se han integrado 32 autobuses eléctricos y 76 taxis eléctricos a su flota vehicular.

Una transición con desafíos

La transición global hacia energías renovables es presentada como una necesidad urgente para combatir el cambio climático (con base en la tesis antropogénica) con miras a impulsar un desarrollo sostenible. Sin embargo, este proceso presenta obstáculos. Por ejemplo, diversos críticos sostienen que la ya anteriormente mencionada intermitencia de las fuentes renovables es un problema muy limitante por cuanto la inseguridad energética está latente. Pero también el desarrollar una infraestructura adecuada y red energética fomentada por políticas adecuadas son desafíos adicionales, tan variados como complejos. Detallamos algunos aspectos concretos.

  • Obstáculos tecno-económicos

Con el objetivo de proporcionar mayor detalle, proponemos abordar el tema de la intermitencia y el almacenamiento energético. Este es sin duda un doble desafío. Y es que una de las principales preocupaciones es la naturaleza intermitente de la energía eólica y solar porque depende de condiciones climáticas variables. Esta característica plantea desafíos significativos para la estabilidad de la red eléctrica y advierte la necesidad crítica de desarrollar tecnologías de almacenamiento energético avanzadas y eficientes.

  • Infraestructura, desarrollo de red, y up-front costs

La transición energética demanda inversiones considerables en nuevas tecnologías de almacenamiento asi como en la adaptación de la infraestructura y redes existentes para albergar energías distribuidas de corte renovable. Si bien los costos de las energías renovables están en declive, el up-front cost (inversiones iniciales) -principalmente en tecnologías emergentes como el hidrógeno verde- siguen siendo un obstáculo significativo.

  • Transición energética, transición en formación

El cambio de industrias basadas en combustibles fósiles a sectores renovables trae consigo desafíos de reubicación laboral. Ante ello se requieren estrategias de formación y apoyo para los trabajadores afectados. Además, la dependencia de fuentes renovables puede aumentar la vulnerabilidad a ciertas condiciones climáticas adversas, afectando la seguridad energética durante transiciones rápidas.

  • De políticas, regulaciones y compromiso global

La falta de políticas coherentes y de un marco regulatorio adecuado a nivel global puede ser un enorme obstáculo para la transición energética. Se señala al compromiso global como variable fundamental para el éxito de esta transición. No obstante, las diferencias en políticas ambientales y prioridades económicas entre los países tienen a complicar los esfuerzos conjuntos.

  • De limitantes en recursos y tecnología

La fabricación de tecnologías renovables depende de metales y minerales. Evidentemente, su extracción puede acarrear impactos ambientales y estar sujeta además a restricciones de suministro. Al mismo tiempo, diversas soluciones tecnológicas necesarias para una transición completa según advierten una serie de especialistas, como la captura y almacenamiento de carbono a gran escala, aún están en desarrollo.

Balance general

La transición hacia un sistema energético sostenible, más allá de la urgencia climática reiterada por diversos organismos e instituciones, es una necesidad. En otras palabras, diversificar la matriz energética es clave, como es clave toda innovación siempre y cuando los beneficios sean mayores que los impactos. Hablamos pues de una visión ética más bien consecuencialista por ponerlo de alguna manera.

Por su parte, diversos detractores del actual modelo acelerado de descarbonización advierten que, si bien la transición es válida, los procesos y ciclos de eliminación de los combustibles fósiles pueden desencadenar graves consecuencias, especialmente para los países en desarrollo. En estos últimos, sus poblaciones dependen de energías asequibles y accesibles como el gas, el petróleo y la gasolina. Es por ello por lo que se necesita una planificación cuidadosa flanqueada por inversiones significativas cimentadas en la cooperación internacional.

Finalmente, a pesar de los desafíos, el potencial de las energías renovables para proporcionar una fuente de energía limpia y sostenible es indiscutible en tanto los avances tecnológicos, el costo y la intermitencia presentes mejora sustanciales. Superar estos obstáculos es primordial. En síntesis, el éxito de estas promesas energéticas radica en la innovación, la colaboración internacional y el compromiso firme hacia las metas de sostenibilidad tangibles y bien implementadas.

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[1]Profesor de los Programas en Sostenibilidad de ESAN Graduate School of Business.         

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